Según la Asociación Internacional para el estudio del dolor(IASP), el dolor es una “Experiencia sensorial o emocional desagradable asociada a un daño tisular real o potencial o descrita en términos de la misma". Es, por tanto, una percepción de nuestro cerebro.
Fuente: la consulta del Dr Casado |
Según su duración puede ser:
Dolor Agudo: Forma parte del sistema de protección del organismo. Actúa como una señal de advertencia de un daño inminente o real. En este sentido, el dolor tiene una función importante en el mantenimiento o restauración de la integridad física.
Dolor Crónico o persistente: Es el dolor que dura más de 3 meses. Está considerado una enfermedad en sí mismo. No aporta ningún tipo de protección ni beneficio alguno al organismo.
El 20% de los Europeos sufren dolor crónico, principalmente en forma de lumbalgia, pero también de dolor de cabeza, dolor cervical, dolores articulares, fibromialgia etc..
Cualquier dolor que dure tanto tiempo puede dar lugar a un círculo vicioso del que es muy difícil salir.
- Esta serie de consecuencias tienden a cronificar el dolor:
- Disminución de la actividad
- Insomnio
- Cansancio, fatiga
- Aislamiento
- Aumento de peso
- Desesperanza, angustia, pesimismo
- Nerviosismo, pensamientos negativos, miedos y cambios de humor.
- Problemas laborales, económicos , de pareja.
Pero no todas las personas reaccionan igual al dolor. Lo que se percibe, lo que se entiende cuando se tiene dolor, cómo se reacciona y qué se hace con él, va a ser definitivo para prevenir, o no el dolor crónico.
Se sabe que la intensidad del dolor se puede modificar según algunas circunstancias externas: cuando estamos distraídos, el dolor mejora, cuando nos concentramos en él, empeora.
En 1965, Melzack y Wall propusieron la llamada Teoría de la Compuerta para explicar el dolor crónico. Es una idea muy intuitiva que propone la existencia de una especie de "puerta" que podríamos abrir o cerrar para controlar el dolor. Una serie de estrategias ayudan a cerrar la puerta mientras que otras aumentan la sensación de dolor.
Se sabe que la intensidad del dolor se puede modificar según algunas circunstancias externas: cuando estamos distraídos, el dolor mejora, cuando nos concentramos en él, empeora.
En 1965, Melzack y Wall propusieron la llamada Teoría de la Compuerta para explicar el dolor crónico. Es una idea muy intuitiva que propone la existencia de una especie de "puerta" que podríamos abrir o cerrar para controlar el dolor. Una serie de estrategias ayudan a cerrar la puerta mientras que otras aumentan la sensación de dolor.
Fuente: Sergio Sanz |
Además, las estrategias para enfrentarse al dolor no pueden ser las mismas cuando este aparece por primera vez o cuando ya se ha cronificado.
Fuente: Sergio Sanz |
Todo ello indica que todas las personas que tienen dolor pueden buscar estrategias que les permitan mejorar. En la Guía del manejo del dolor, Pete Moore propone 12 herramientas sencillas para el autocontrol del dolor.
La Sociedad Española del Dolor (SED) nos ofrece este video explicativo del dolor
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