La caries dental es la destrucción del esmalte dental, la capa dura
externa de los dientes. Es un trastorno muy común, que suele aparecer en los niños y en los adultos jóvenes, pero puede afectar a cualquier persona.
Las bacterias se encuentran normalmente en la boca. Cuando se bebe o se come alimentos que contienen azúcares, las bacterias, junto con los restos de comida, el ácido y la saliva se combinan en la boca para formar una sustancia pegajosa llamada placa. La placa comienza a acumularse en los dientes al cabo de 20 minutos después de comer y se pega a los dientes atacando el esmalte dental. Entonces es cuando se forma la caries.
La caries es más común en los niños, pero los cambios que se producen
con el envejecimiento la convierten en un problema también para los
adultos. Muchos adultos no disfrutaron de los beneficios del flúor y del cuidado dental preventivo que hay en la actualidad cuando crecían, por eso a menudo tienen algunos empastes dentales. Con los años, estos empastes se pueden debilitar y tienden a fracturarse.
La retracción de las encías de los dientes, unida a un aumento de
la incidencia de la enfermedad de las encías, puede exponer la raíz del
diente a la placa. Las raíces de los dientes están cubiertas por
cemento, un tejido más suave que el esmalte. Estas raíces son vulnerables a la caries
y más sensibles al contacto y al calor y el frío. Es habitual que las
personas mayores de 50 años tengan caries en las raíces de los dientes.
Aunque generalmente no duelen, los síntomas de la caries son:
- El dolor de muela o la sensación dolorosa en los dientes, sobre todo después de consumir bebidas o alimentos dulces, fríos o calientes
- Los hoyuelos o agujeros visibles en los dientes
La placa que no se elimina de los dientes se convierte en una sustancia llamada sarro o cálculo. La placa y el sarro irritan las encías, produciendo gingivitis o inflamación de las encias y periodontitis cuando la gingivitis no se ha tratado.
Podéis ayudar a evitar la caries dental siguiendo estos consejos:
- Cepíllar de los dientes después de cada comida o como mínimo dos veces al día con una pasta dentífrica fluorada.
- Límpiar los dientes a diario con seda dental o un limpiador interdental.
- Hacer comidas nutritivas y equilibradas y limite las comidas entre horas.
- Consultar con su dentista sobre el uso de flúor suplementario, que fortalece los dientes.
- Visitar al dentista al menos una vez al año para limpiezas profesionales y exámenes bucales,ya que la mayoría de las caries se descubren en sus fases iniciales durante los chequeos dentales de rutina.
- Evitar el consumo de bebidas azucaradas o chupar caramelos de forma frecuente.
Para ver un vídeo de cómo hacer una correcta higiene bucal podéis clicar aquí.
Fuente:Medlineplus y Canal Salut